Pues yo hablaría de conceptos principalmente y de cómo funciona la parte fundamental en todo proceso creativo que es nuestro cerebro. Hablaría de la creatividad y de que el 3d no es más que una herramienta al servicio del mismo. Por tanto se pueden tener los mejores medios, los mejores programas, pero si no sabes qué hacer con ellos no te servirán de nada.
El papel y el lápiz siguen siendo nuestros mejores aliados.
Mucha gente se lanza a hacer animaciones sin saber que es lo que van a hacer, y así te encuentras animaciones sin sentido, sin gracia. Incluso la animación más sencilla debe tener algo que nos llame la atención. A veces los animadores se centran tanto que el rigging o en el texturizado, que no se dan cuenta de que la animación final no tiene sentido.
Hay que aprender a ver la animación desde fuera. A mí me interesa mucho la opinión de la gente que desconoce por completo el mundo del 3d porque se van a fijar en los detalles en los que precisamente no se fija un animador.
Cuando se hace un corto, éste se hace para el público en general y parece que nos olvidamos de esto, lo puede ver un niño de 6 años o un experto en animación. Si la historia es buena, siempre se puede pensar que si la animación no es del todo buena el animador lo ha hecho, así como un recurso para crear tensión, por ejemplo. Si la historia es mala, pero la animación es buena, solo sabrán valorar los que entiendan de 3d.
Hay muchas cosas de las que hablar, compañero.