Que no te tomen el pelo los piojos, esto es lo primero que se me viene a la cabeza cuando pienso en los piojos, en este cortometraje el artista francés Etienne Raffoux nos transporta a un mundo sorprendente y peculiar. Nos sumergimos en la vida de un hombre cuyo destino se ve alterado por una plaga inusual, piojos trabajadores. La historia se desarrolla en el marco del Institut Sainte Geneviève en París, donde Raffoux da vida a los personajes principales y secundarios que llenan la pantalla.
Este cortometraje destaca por su innovadora puesta en escena, ya que la mayor parte de la acción se desarrolla en la superficie misma de la cabeza del protagonista. A su vez, se adentra en escenarios urbanos, como un apartamento, la oficina de un médico y un lugar de trabajo, que aportan un contraste fascinante a la historia.
Una de las características más sobresalientes de El Apocalipsis es la presencia de distintos puntos de vista narrativos. A través de los ojos del personaje principal y de los piojos, somos testigos de una comedia ingeniosa y sorprendente. La alternancia de planos entre el hombre y la actividad de los piojos crea una puesta en escena cada vez más surrealista y juguetona, acompañada de una cautivadora banda sonora.
De un problema capilar a un tema ecologista
Lo que inicialmente parece ser un problema capilar da un giro inesperado cuando el guion de la película se adentra en una temática ecologista. Raffoux nos muestra cómo la explotación desmedida de recursos y el crecimiento industrial insostenible conducen a la autodestrucción. De ahí el título intrigante y revelador de la obra.
En términos visuales, El Apocalipsis se destaca por su estética estilizada y el meticuloso diseño de personajes y entornos. Los piojos, con su comportamiento similar al de las ovejas, añaden un toque de comedia irreverente a lo largo del cortometraje. Es impresionante la cantidad de trabajo invertido por Raffoux para representar con tanta calidad las multitudes de piojos y los intrincados entornos capilares.
La escala juega un papel importante en la narrativa, ya que conecta los eventos que se suceden en los distintos puntos de vista. Además, el uso del color contribuye a diferenciarlos y acentuar su significado.
El ritmo visual de El apocalipsis
El ritmo es trepidante y se logra mediante una cuidada edición paralela que se extiende a lo largo del cortometraje. Los movimientos de cámara, como panorámicas, inclinaciones, grúas y zooms, aportan dinamismo y energía a las escenas. Los primeros planos y planos medios nos permiten adentrarnos en los problemas capilares del protagonista y captar sus expresiones, mientras que los planos generales y de multitudes nos presentan el impacto de la actividad de los piojos en el medio ambiente.
En resumen, lo que hace que El Apocalipsis funcione tan bien es su guion altamente creativo y la habilidad del director para unir de forma magistral los diferentes puntos de vista narrativos. Las sorpresas se suceden, manteniendo al espectador intrigado y entretenido en todo momento. La puesta en escena juguetona y llena de elementos cómicos eleva aún más la calidad de esta obra cinematográfica excepcional.
Sin duda se trata de un cortometraje muy elaborado, puedes ver más sobre el tema y dejar tus comentarios en el foro, sigue leyendo…