Primero: no hay que tomar decisiones importantes cuando llegas tarde al trabajo, ni cuando estés presionado.
Segundo: cuando llegues tarde, actúa con naturalidad y no estés acelerado, vísteme despacio, que tengo prisa. Te pasas por la papelería de la esquina y compras folios de 93,5 gramos. (por poner un ejemplo, son raros, pero son los mejores).
Tercero: todas las hipotéticas ofertas de trabajo son una, por muy bonitas que parezcan. Y aunque sean verdad, tienes que trabajar. Eso no lo cambia ni su inventor. Dios.
Cuarto: hazte el tonto. Es lo mejor. La gente te ayuda. claro, como el Luisma es tonto, o dicho de otra manera, cuanto más te agachas, más se te ve el culo.
Quinto: cuando tengas que cumplir de verdad, cumple al 150%, cuando sean chorradas, pasa un kilo.
Etc, en resumen, es cuestión de aplicar la lógica.