Era el jefe de seguridad del edificio. O sea el segurata, sólo había uno porque como todo lo controlan alarmas y demás.
Al tío se le ocurrió encender un ordenador, estaba harto de ver cómo los frikis aquellos se pasaban el día delante de las pantallas sólo viendo letras y números. Su mujer, jefa de la limpieza de urthebest, le había dicho que ella casi toda su jornada la pasaba jugando al solitario en el PC del jefe. Él no había encontrado peces de esos, pero pensó que los ordenadores aquellos seguro que también tenían el solitario. O si había que jugar en grupo pues se hacía.
Total, que el individuo se puso con el primer ordenador que pilló, y nada más encenderlo empezaron a salirle preguntas complicadas que si permitía esto, que si permitía lo otro. Enseguida se dió cuenta de que si contestaba a todo que sí las preguntas desaparecían. Una gozada tú. No se cuantas ventanas y carpetas abrió, no encontró el solitario, pero se le hizo la hora de plegar enseguida.
Cuando intentó salir descubrió que las puertas no le hacían caso, las luces se encendían y apagaban solas, aquello era cosa de fantasmas. De golpe se dió cuenta de que se había dejado encendido el ordenador. La imagen de poltergeist le vino como un flash a la cabeza. Pero a el no le iba a pasar, no señor. Se fue directo al cable de alimentación y lo cortó con su navaja marca Rambo. Allí mismo lo encontraron unas horas después, todo negro y con una sonrisa estúpida en la boca, no he podido evitarlo. Saludos.