Siguiendo el mismo principio que una impresión de filamento clásico, puedes crear patrones directamente en un soporte, ya sea un pastel, un plato o una estera de silicona que te permitirá hornear el resultado.
Por último, el sistema incluso permite imprimir en volumen utilizando el material adecuado: chocolate fundido, por ejemplo, que puede solidificarse rápidamente y permitir apilar varias capas.
Detrás del concepto Cakewalk 3D está Marine Coré-Baillais, ex-director general adjunto de la plataforma de impresión 3D Sculpteo. Además de su experiencia en la impresión 3D, obtuvo un CAP Pastry el año pasado.
Hay cuatro kits disponibles:
Un kit Maker, que incluye sólo el tanque y el tornillo sin fin, una estera de silicona y una bolsa para su primera preparación de alimentos (opcional: merengue clásico o vegano, mezcla vegetariana).
Un kit estándar, que además del kit anterior, también contiene un motor y algunas piezas.
Un tercer kit que también contiene las partes de fijación del cabezal de impresión (para los otros dos kits, sólo tiene que imprimirlo en 3D usted mismo) y tres bolsas de alimentos en lugar de una.
Por último, un paquete completo que viene con una impresora 3D, si no tienes una.
Para cualquier persona que ya tiene una impresora, los dos primeros kits son por lo tanto, la opción lógica y menos costosa.
La idea no es nueva en absoluto, hemos visto ya desde hace años impresoras que trabajan con alimentos, pero la novedad en este caso es que aquí se utiliza una impresora 3D convencional, teniendo evidentemente un coste menor que una máquina dedicada a procesos industriales.
Esta propuesta está publicada en Kickstarter, es decir, buscan financiación, pero si te interesa el tema puedes echar un vistazo.