No es el tamaño lo importante, es la calidad de los píxeles. Los clásicos píxeles cuadrados son historia con las nuevas tecnologías de bolsillo, ahora les quitan las esquinas y les dan formas sexys que los hacen menos molestos para la vista. Así puedes estar con los ojos pegados a la Game Boy durante horas, blendeando y sin darte cuenta de lo que está pasando ni por que te gusta tanto.
Ni de lo que estás modelando.