Nos escojonamos de estas coñas de los santos inocentes. Pero me viene hace un rato mi jefe y me dice que si podemos tener lista una cosa antes de fin de semana año.
Y le miro a la cara buscando la gracia.
Pero no, no es una inocentada.
Un día de estos me voy a poner en venta yo, porque esto no puede ser.