La chica pirata, inmersa en un mundo donde la tecnología automatizada y las IA amenazan con desplazar la esencia humana, encuentra refugio en la creación física. Comparte su proyecto personal, fruto de su aprendizaje en impresión 3D, donde cada desafío durante el proceso se convierte en una lección.
Este proyecto fusiona lo tradicional con lo digital, permitiendo a la artista explorar nuevas formas de expresión. La impresión de esculturas es solo el comienzo de su viaje, donde la combinación de técnicas manuales y digitales abre un abanico de posibilidades creativas.
Su obra, elogiada por su cuidado en las proporciones y la calidad de la impresión, destaca por su autenticidad y su conexión con la humanidad. La inclusión de un logo humorístico, «Pintado por un humano, no por IA», refleja su aprecio por el arte hecho a mano.
Esta iniciativa despierta la curiosidad de otros, como Dancap, quien busca conocer más sobre el proceso detrás de la creación. Aunque la imagen no pueda ser analizada por una IA, el mensaje transmitido sugiere una obra genuina y la necesidad de preservar el toque humano en un mundo cada vez más digitalizado.
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